domingo, 7 de julio de 2013

Permanencias.

                               París - Nov/2008.
En el café “La Unión” le confesó su amor a Elena, aquella tarde que a él le pareció  que cualquiera en el local podría haber escuchado el galope del caballo inoportuno que se le había colado en el pecho. Hace ya años de aquello, pero a él le gusta ir allí y recordarla.
También porque los lunes lee el suplemento del periódico del domingo, que le guardan. Los martes porque juega al mus con los dependientes de la ferretería, después de cerrar. Los jueves viene un montón de gente joven a  practicar inglés y le hace gracia mirar y escuchar. Los viernes casi nunca puede ir.  Y los fines de semana, a menudo va con Lola y los niños a merendar, sobre todo en invierno, churros con chocolate.  
Los miércoles también se acuerda de Elena,  pero el local cierra para descanso del personal.